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El kumquat es un cítrico ornamental y productivo, perfecto para quienes buscan una planta decorativa con frutos comestibles. De porte compacto y elegante, destaca por sus pequeñas hojas verdes brillantes y su abundante floración blanca y perfumada. Sus frutos, ovalados y de color naranja intenso, se comen enteros con piel, ofreciendo un delicioso contraste entre el dulzor exterior y el sabor ácido de la pulpa. Ideal para terrazas, patios o interiores muy luminosos.
Cuidados del Kumquat
Luz: Necesita mucha luz y varias horas de sol directo al día para florecer y fructificar bien.
Temperatura: Prefiere un clima templado, entre 15 °C y 25 °C. Evita las heladas.
Riego: Mantén el sustrato ligeramente húmedo, sin encharcar. Disminuye el riego en invierno.
Sustrato: Ligero, fértil y con buen drenaje. Puedes mezclar tierra universal con arena y compost.
Abono: Usa un fertilizante para cítricos cada 2–3 semanas en primavera y verano para favorecer la floración y el desarrollo del fruto.
Poda: Realiza una poda ligera tras la cosecha para conservar su forma compacta y vigorosa.