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Este cítrico ornamental destaca tanto por su elegancia como por la originalidad de sus frutos: produce limas-limón de piel que vira a un tono rojo-anaranjado al madurar, y una pulpa muy ácida pero aromática. Su porte es compacto, ideal tanto para jardines pequeños, terrazas o cultivo en maceta. La combinación de hojas verdes, flores blancas perfumadas en primavera y frutos de color poco habitual convierten al limonero rojo en una planta muy atractiva tanto para uso ornamental como gastronómico.
Cuidados del Limonero Rojo
Luz: Es fundamental que reciba abundante luz solar directa cada día. En interior, ubícalo en un lugar muy luminoso.
Temperatura: Prefiere climas templados; es poco rústico: no tolera bien heladas prolongadas, ya que puede verse afectado por temperaturas por debajo de −3 °C.
Riego: Mantén el sustrato ligeramente húmedo, evitando el encharcamiento. En invierno, reduce la frecuencia de riego.
Sustrato: Utiliza una tierra bien drenada, rica en materia orgánica. Asegúrate de que no se quede compacta ni con encharcamientos.
Abono: Durante la temporada de crecimiento (primavera – verano), aplica un fertilizante específico para cítricos cada 4-6 semanas para favorecer la floración y fructificación.
Poda y forma: Realiza podas ligeras después de la cosecha para mantener su forma equilibrada y eliminar ramas secas o mal ubicadas.