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La col es una planta bianual (aunque normalmente se cultiva como anual) que forma una cabeza compacta de hojas superpuestas, de color verde, morado o blanco, dependiendo de la variedad. Se cultiva principalmente por sus hojas, que se consumen crudas (en ensaladas como el coleslaw) o cocidas.
Clima y ubicación:
No tolera bien el calor intenso, requiere pleno sol, aunque puede tolerar algo de sombra parcial en climas muy cálidos.
Suelo:
Suelo fértil, profundo y bien drenado con un PH ideal entre 6.0 y 6.8. Aporta compost o estiércol bien descompuesto antes de plantar.
Riego:
Constante y regular, sin encharcar. Mantén la humedad uniforme, especialmente durante la formación de la cabeza.
Siembra:
Puedes sembrar directamente o trasplantar desde almácigos. Distancia recomendada: 40-50 cm entre plantas. Germina entre 5 y 10 días a temperaturas de 10-25 °C.
Fertilización:
Requiere buena nutrición. Aplica abono rico en nitrógeno en etapas tempranas para estimular el crecimiento de hojas. Luego, reduce nitrógeno y aumenta potasio para fortalecer la formación de la cabeza.